Escogí explicar mi experiencia vivida en Cartagena y El Palenque de San Basilio, porque fueron los dos lugares en los que me sentí más cercana a mi tierra natal Costa de Marfil, y en donde me llené de cultura e historia Afrocolombiana.
Cartagena es una ciudad hermosa, llena de color, tanto en sus casas como en su gente. Nunca había visto una Palenquera con su canasto de frutas en la cabeza, no podía parar de mirar por todas partes, los vendedores ambulantes de sombreros, cinturones, joyas, empanadas ¡Ah! y que no falten las arepa’e huevo.
Pudimos caminar sobre la muralla que rodea esta hermosa ciudad, visitar el Castillo de San Felipe, guiada por Don Omar contándonos un poco la historia de esta fortaleza colonial. Después una parte del grupo se fue a tomar una foto con la India Catalina una de las esculturas más emblemáticas de Cartagena… Y como no, yo me quedé en la otra parte degustando los sabores de los bolis que son unos granizados hechos de fruta.
Uno de los momentos más emotivos y graciosos de esa visita fue conocer al Maestro Casiani, un señor ya mayor que fue unos de los primeros maestros tamboreros y de los más importantes del Palenque. Me sentí muy afortunada de conocerlo y de poder tomarme una foto con él, luego al ver la foto se me vino en la mente que podría haber sido una foto con mi abuelo, nunca llegué a conocer a ninguno de mis abuelos pero la sensación que tuve fue...bueno…no sabría cómo explicarlo con palabras, me sentía feliz.
Desde el primer minuto que pisé esas tierras, sentí que una parte de mi pertenecía a ese lugar, como si fuera una más de ellos, darme cuenta que compartíamos una parte de nuestra historia, por el cariño que nos dieron al recibirnos solo puedo decir ¡GRACIAS MIL!
Desc